lunes, 15 de diciembre de 2014

A mi MAESTRO

Si hoy me pidieran dejar en mi maleta de recuerdos algo significativo; sin duda guardaría la frase "cero de cuates".
Es más que tres palabras, mucho más que reprobar un trabajo, es la expresión de un profesional exigente, de un ser humano que se empeña por dejar en su entorno una semilla de conocimiento.

Hoy muchos vemos con tristeza que " El Profe" deja la UVM. Nos duele, pero me duele más saber que muchas generaciones lince no escucharán esas frases, no lo odiaran durante un semestre y correrán a buscar sus consejos al siguiente periodo.

Comparto mis letras y sueños con aquel señor que revisó mi primera nota publicada en el universal y que sin empacho alguno, ya había marcado con rojo.

Gracias MAESTRO (y digo maestro y no profesor, pues a un maestro se le sigue) gracias por tus enseñanzas en el aula, gracias por darme la oportunidad de compartir cátedra en La Salle, gracias por secar mis lágrimas en momentos de tristeza extrema, gracias por ser ese oído atento y el hombro en el cual me apoyé una y mil veces. Gracias por no juzgarme, pero sí ubicarme (con una que otra patada en el cerebro) gracias por vivir la vida del lado de la responsabilidad y ética.
Gracias por leer mis preguntas del día y gracias por ser El Merino de siempre.

Sin duda la UVM no será la misma sin ti, pero tus pasos seguirán firmes y tu huella se seguirá extendiendo en nuevos horizontes.

Merino, Alex, Maestro, gracias por ser parte del viaje de muchos de nosotros.
En mi maleta de recuerdos estás y lo mejor de todo es que en mi maleta diaria vives.