Y se perdió en un laberinto de palabras
de ideas inconclusas y sueños rotos
y se apagó la luz de sus esperanzas
en el ir y venir de sus versos
Él no durmió, no había sueños para él
la noche llegaba pero no lo cobijaba
sus ojos siempre abiertos
pero su mente era un desierto en llamas
Su voz se apagó, no había una canción para él
la música de sus recuerdos se extinguió
no tenía palabras, no tenía más sueños
su voluntad se escurría entre las horas de la mañana
El viento lejos de él
sus alas entumidas
no recordaba como volar
sus ojos abiertos, él inmóvil
Una noche, él parpadeó
un dejo de sueño se asomó
él sonrió
él volvió a soñar
y mañana,
tal vez volará
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