lunes, 19 de noviembre de 2007

La Era de los Sacrificios

Sé que todo se nos hace más difícil cada día que pasa,
pero creo que es producto de nuestras presiones.
En algunos momentos me imagino en otra era,
provocando guerras y sacrificando vidas inocentes,
sin poner atención al milagro que día con día se presenta ante mis ojos.

El nuevo amanecer no es cualquier cosa,
pero en realidad pocas veces me siento a contemplarlo...
y últimamente este fenómeno sólo representa un día de trabajo y tensiones.

Ahora bien, el orgasmo lunar se ha develado ante mis globos oculares,
permitiendo ver tu figura fundiéndose en cada uno de mis pensamientos.
Nuestra relación da vida a una nueva etapa: La Era de los Sacrificios...
sí de esos actos barbáricos, donde la ofrenda a los dioses somos nosotros mismos,
abrir nuestras venas y dejar salir el líquido vital,
ese licor embriagante que sólo las deidades y nosotros,
por ser tan especiales, podemos probar.

Los dioses, poco a poco se han vengado por nuestra osadía,
nos atrevimos a darnos ese fruto prohibido,
exclusivo de ellos: El Amor,
sentimiento desgarrador que abre las entrañas
y deja salir en un torrente toda la explosión de los astros,
sin permitir arrepentimientos absurdos de la razón.

Tierra y mar haciendo el amor y el cielo de testigo,
como testigos son todos los miembros de la gran tribu,
que observan atónitos nuestras prácticas dementes, pero...
al final de todo, somos los sacerdotes y los sacrificados,
somos uno en todo este organismo erotizado llamado cosmos.

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