lunes, 19 de julio de 2010

A volar

No me sueltes, decía el pequeño a su padre,
no hijo, no te preocupes aquí estoy a tu lado
Papá, porque ya no te veo
Es que has cerrado tus ojos.

Papá ya no tengo miedo
si quieres déjame volar
no, mejor no me sueltes
y así te llevo a volar conmigo.

El padre dejaba salir lágrimas de sus ojos
sin soltar la manos del niño, le dijo:
Sí hijo, vamos a volar juntos.

Después, sólo el silencio quedó.

No hay comentarios: