jueves, 11 de enero de 2018

Ideas

Imaginen esta situación.

Un líder de comunicación reúne a su gerente de comunicación con sus jefes de área y cada uno de ellos con el personal a cargo, para presentar el plan de trabajo.
Justo minutos antes de ir a la reunión, el gerente sale y dice en voz alta: “Ni modo tenemos que ir a soportar esas cosas”

Ya en la reunión, el líder de comunicación habla de los logros del año pasado, después presenta los proyectos que se van a trabajar en el presente año. Durante toda la presentación, el gerente y los jefes muestran desagrado a cada aspecto presentado; el resto del equipo solo escucha.
Al finalizar la presentación del plan de trabajo 2018, el líder pide que si alguien tiene algún comentario respecto a si falta algo por considerar o si existía una propuesta para mejorar algún punto.

Uno de los integrantes de una de las áreas sugirió que sería interesante armar una serie de trivias para saber si el personal recibe los mensajes, si realmente los está viendo y entendiendo; mencionó que además podrían funcionar para reforzar temas que se consideren importantes y que en una primera etapa se podría realizar una prueba piloto con una parte del público.

Antes de que terminara su participación, el gerente interrumpió y dijo que eso no era posible, los jefes de área aprobaron la intervención, el gerente dijo que eso sería mucho trabajo y que no existen los recursos humanos ni técnicos para realizar esa labor. Mientras eso pasaba, el gerente volteaba a ver al colaborador que había dado la idea, con coraje.

La respuesta del gerente, un no automático, dando el cómo no en lugar de… tal vez decir que sería cuestión de analizar el punto.

Por su parte, el líder, veía con gusto que alguien del equipo se había atrevido a dar una idea y mencionó: “Es una buena idea, hay que analizarla, posiblemente se pueda segmentar y sería de gran ayuda para medir la efectividad de los mensajes y medios”
Moraleja.

No hay nada más triste que tener en la parte media de la estructura de comunicación a personas que antes de analizar de manera racional las propuestas del personal, en automático las descalifican, y lo peor es que sea por falta de ganas de trabajar, por desconocimiento o simplemente porque el líder del área no les cae bien.

Pero lo más importante es que debemos motivar al personal a que participe y comparta sus ideas, el área de comunicación se alimenta de eso, de ideas.

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